Hay una melodía que desde hace días no me despego de la mente. Hoy precisamente iba sonando en el carro y me di cuenta de que el subconsciente es sabio. Se trata de una canción muy conocida, que la mayoría de las veces la interpreta Mercedes Soza, la canción es de uno de los cantautores más completos que conozco: el maestro León Gieco. Con el perdón de él, por esta coyuntura que estamos vivivendo le he cambiado una palabra, sólo le pido a Dios que no me demande.
Letra y música:
León Gieco
Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.
Sólo le pido a Dios
que la mina no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente,
desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir una cultura diferente.
Sólo le pido a Dios
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