EL DECRETO DE LA CRUCIFIXIÓN

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Alvaro Montero Mejía

Queridas amigas y amigos de la Hora del Silencio:

Recién iniciada la presente administración, se puso en marcha, como es usual por parte de los nuevos gobiernos, una acción publicitaria encaminada a darle realce a la actividad del nuevo mandatario. Así aparecen, entre otros planes rimbombantes, el llamado "Consenso de Costa Rica", que no paró en nada, el programa "Avancemos", cuyo paupérriomo destino todos conocemos y una especie de propuesta ambientalista denominada “Paz con la Naturaleza”.

Es obvio que el tema de la Paz tenía el propósito de vincular al premio Nobel, con una demanda cada vez más urgente por parte de los movimientos ecologistas y ambientalistas en el mundo entero: la defensa del medio ambiente y la vida sobre la tierra en todas sus manifestaciones.

Lo cierto es que han debido transcurrir muchas centurias, hasta asomarnos al borde de ese precipicio galáctico que nos amenaza, sin ningún eufemismo, con la desaparición de la vida en la tierra, para que la preservación del medio ambiente y la lucha contra sus depredadores, se haya convertido en una incuestionable trinchera del humanismo. Por fin se ha convertido en un pilar de la conciencia universal, el hecho de que el hombre no se salva, si no lo hace junto a las demás especies animales y vegetales. Para salvarse, la especie humana tiene que salvar. Para vivir, tiene que defender como propia, la vida de las demás especies.

Los hechos de la historia reciente, se ha encargado de demostrar sobradamente, que Óscar Arias y las personas que lo acompañan, no sólo no creen sino que miran con absoluto menosprecio a los hombres y las mujeres que han decidido defender el medio ambiente.

En los pormenores de esta misión de los ambientalistas, puede haber discrepancias. Como en todas las causas humanas, aparecen diferencias a la hora de medir o valorar lo que es indispensable, negociable o urgente. Pero es la misma causa. Arias y su equipo no están, ni lejanamente, dentro de esta causa. Su propuesta del TLC es, en realidad, una gigantesca maquinaria de demolición y saqueo medioambiental, frente a la que no se tomaron ni las más elementales precauciones para impedir que las corporaciones usen y abusen del aire, el agua o los recursos naturales. Los Arias y su grupo aceptaron de antemano, que esa maquinaria sólo podía ser enfrentada en tribunales con sede en Washington donde el pueblo costarricense carece de votos y sobre todo, carece de voz.

Los Arias les han entregado a las corporaciones farmacéuticas, la incalculable riqueza de la biodiversidad y a otros gigantes de la industria, les dieron por nada el agua, la pesca, los cultivos de plantación, las aguas subterráneas, los recursos marinos, la energía y los caudales de los ríos.

Es por eso que resulta absolutamente risible, esa iniciativa que el gobierno llamó "Paz con la Naturaleza". cito textualmente a los propagandistas oficiales cuando dicen:

"Paz con la Naturaleza es una iniciativa que surge como respuesta del señor Presidente Oscar Arias y de un grupo importante de personas, ante los procesos de degradación ambiental que han venido sufriendo el país y el planeta".

Y es entonces cuando aparece, como un anticipo del TLC el famoso "decreto de Las Crucitas", que más bien debería llamarse el “decreto de la crucifixión”. Pero antes, deseamos hacer una observación. Uno se da la cabeza contra un muro para tratar de entender qué se proponen los Arias. Porque sabemos de sobra los intereses que los mueven, pero no se alcanza a comprender si la brutalidad y el desenfado con que actúan frente a los costarricenses más conscientes, es un acto de arrogancia, de ceguera política o un acto de provocación. Porque el decreto es, como dicen los chiquillos en las escuelas y colegios, como tocarles la cara con saliva a las comunidades, a las iglesias, a los agricultores y por supuesto, a las organizaciones ambientalistas. Sólo un absoluto desprecio por la opinión de los centenares de miles de ciudadanos que han sido ganados a la causa de la defensa del medio ambiente, puede impulsarlos a afirmar cosas como las escritas en el decreto y que transcribo textualmente:

VIII.- Para la construcción y desarrollo del proyecto Crucitas, se requiere la corta de árboles en 191 ha 7762 m² que poseen bosque... dentro de las especies forestales de la zona se presentan algunas vedadas, de acuerdo con el voto de la Sala Constitucional 2486 de las 10 horas y 54 minutos del 8 de marzo 2002 y el decreto ejecutivo 25.700 de 15 de noviembre de 1996.

Decretan. Declaratoria de interés público y conveniencia nacional del proyecto minero Crucitas

En virtud de la presente declaratoria, la empresa desarrolladora, previa autorización del oficina correspondiente del sistema nacional de área de conservación, podrá proceder a la corta de árboles (inclusive de las especies que están vedadas) y al desarrollo de las áreas de infraestructura en áreas de protección, (fijadas por una ley, de modo que un decreto no puede madificarlas. AMM) según se indica en el proyecto.

Firman Óscar Arias Sánchez y el ministro del ambiente Roberto Dobles Mora

¿A que sembrás un arbol?, dice su propaganda. ¿A que cortás especies protegidas?, decimos nosotros. Pero no están en juego únicamente los árboles o los bosques que han comenzado a talar. Es el irreversible y espantoso daño ecológico, como son la radical eliminación de la capa vegetal, los lixiviados de cianuro, la contaminación de los mantos freáticos, los predecibles efectos en las especies animales, las aves o las plantas en kilómetros a la redonda, en pocas palabras, son los lingotes de los Arias contra la vida.

Todo lo que hacen los Arias, codicia aparte, está impulsado por un deseo irrefrenable de irritar, de agredir y agraviar a los costarricenses honestos y patriotas, de polarizar a la población y demostrar que, a fin de cuentas, terminan haciendo lo que les da la gana. Para actuar de esta manera cuenta con un buen número de sicarios económicos y jurídicos, ubicados en los 3 Poderes. Pienso que esta provocación, tan lejos como la han llevado, pretende convertir el enojo popular en violencia, la violencia en represión y la represión en dictadura. Pero no lo lograrán; el pueblo ha encontrado poco el camino de la unidad y con una fortaleza llena de sensatez e inteligencia, terminará por sacarlos del gobierno.

Leído en la calle, frente a la casa de Arias el lunes 20 de octubre a las ocho de la noche

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