Pronunciamiento Grupo Ecologista LEBG

El futuro no está en venta

El Grupo Ecologista LEBG (Liceo Experimental Bilingüe de Grecia), consternado y preocupado por las actuaciones de la administración Arias Sánchez, en lo que al medio ambiente se refiere, hacen del conocimiento público lo siguiente:

Nos oponemos de manera categórica al proyecto minero las Crucitas, que se pretende realizar en Cutris de San Carlos, colindando con el vecino país de Nicaragua, ya que éste representa una seria amenaza para el medio ambiente de la zona debido a la tala indiscriminada de árboles en ciento sesenta y dos hectáreas de bosques primarios y secundarios, el uso de lixiviados de cianuro para la extracción de los metales, y por tanto, la eliminación de la cobertura vegetal, la contaminación de ríos y mantos acuíferos y las posibles consecuencias en la salud de la población.


Como jóvenes, como estudiantes pero sobre todo como futuros ciudadanos de la humanidad y de nuestra querida Costa Rica, no estamos dispuestos a hipotecar nuestro destino por doscientos empleos y ochenta millones de dólares.

Consideramos que el desarrollo debe ir de la mano con la protección del medio ambiente. Que la Vida debe respetarse en todas sus manifestaciones y valorarse como bien inalienable de todos los seres que la poseen.

Nos parece risible la decisión del Presidente y el Ministro de Ambiente de declarar un proyecto con estas catastróficas consecuencias de “Interés social y conveniencia nacional”, después de haber hablado de “Paz con la Naturaleza”, y hacer afirmaciones tan categóricas como “El futuro de Costa Rica será verde o no será”. Parece que, o tienen mala memoria nuestros gobernantes o que son tantos los intereses que poseen que cambian de opinión de forma tan contundente. Un premio novel de la Paz debería (en buena teoría) unir en lugar de separar, dialogar en lugar de ridiculizar, construir y no destruir, defender la Vida y no la Muerte.

Por ello, denunciamos públicamente las actuaciones del señor Presidente de la República, Oscar Arias Sánchez y el Ministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones, Roberto Dobles Mora, por el crimen de moral de pasar por encima al pueblo costarricense, por arrogarse derechos que no les corresponden, por incumplir la Constitución Política que juraron defender (específicamente en su artículo 50), y sobre todo por enajenar el bienestar de las futuras generaciones, con el solo interés en las ganancias monetarias que valga decir son enteramente pasajeras.

Exigimos el cese inmediato y para siempre del proyecto minero Crucitas desarrollado por la empresa Industrias Infinito S.A. debido a las nefastas consecuencias que ocasionaría y vislumbrando que el beneficio, tanto económico como social que dejaría al pueblo costarricense sería nulo, si lo comparamos con los perjuicios.

Proponemos la construcción de una Costa Rica justa, solidaria, inclusiva, democrática, ecológica y humanista, fundamentada en los valores éticos, morales y espirituales que nos han caracterizado por mucho tiempo. Los mismos que hoy vemos pisoteados por quienes se supone deberían defenderlos: las autoridades de un gobierno corrupto que ha demostrado su falta de interés en los problemas que verdaderamente afectan a nuestra querida patria, como la crisis ambiental, social, económica y de seguridad por las que atravesamos, desconociendo que ellas se originan en las crisis familiar y de valores que destruyen y corroen desde abajo nuestra sociedad.

Demandamos al gobierno espacios en los cuales los jóvenes podamos expresar nuestras inquietudes y opiniones, sabiendo que es mucho lo que podemos aportar si se nos da la oportunidad, y con esto ayudamos a forjar las bases sobre las cuales cimentar la Costa Rica, sólida, durable, y recta que todos deseamos.

Consideramos una barbarie el anteponer los intereses monetarios al valor que tiene el Medio Ambiente y toda la Vida que contiene. Hemos de saber que no podemos destruir sin destruirnos, no podemos contaminar sin contaminarnos, y que no podemos talar sin talarnos. Como bien lo expresó el Jefe Indio Seattle de la Tribu Suwamish, “El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella”. Por esto clamamos por el respeto a la Vida, como un todo indivisible, y sin anteponer a ella los ingresos monetarios. Hemos de recordar que la vida es más que dinero, que la verdadera Felicidad se encuentra en la construcción, el amor, el diálogo, la paz y el respeto profundo por la Vida, y no al contrario, como se ha pretendido.

Expresamos por tanto nuestro descontento con los hechos acaecidos en los últimos días, y con la actuación del gobierno hacia este respecto. Pero también han ellos de saber que no estamos dispuesto a caer en su juego sucio, que no lograrán provocarnos de modo que tengan excusas para la represión, que hemos escogido la paz, la democracia y la libertad como medios para expresar nuestro descontento, y nos valdremos de la institucionalidad de nuestra patria para hacer frente a los desmanes de personas inescrupulosas que adorando al Becerro del Oro y haciendo caso sólo a su ambición, han dejado de lado la honestidad, la prudencia, los valores e incluso la legalidad e institucionalidad para sacar provecho del mal ajeno.

Felicitamos y ofrecemos todo el apoyo que nos sea posible a las asociaciones ambientalistas y ecologistas, y a la sociedad en general, que han colaborado en dar a conocer este crimen a la opinión pública, y lograron el cese momentáneo de la tala indiscriminada de árboles en la zona. Les expresamos nuestro agradecimiento, por ayudar en la construcción de una Costa Rica verde, y en verdadera Paz con la Naturaleza.

Instamos todos aquellos, hombres o mujeres, adultos, jóvenes o niños que estén interesados en la causa, a unirse a ella, de cualquier forma o por cualquier medio a su disposición, comenzando por informar a nuestros familiares, vecinos y amigos de las nefastas consecuencias de este proyecto, y animándonos a ser partícipes de una lucha histórica para el pueblo costarricense, una que quizá en el futuro se estudie en las escuelas, colegios y universidades, como el día en que Costa Rica dio un rotundo NO a la explotación minera a cielo abierto y con ella a cualquier hecho que atentara contra el bienestar de la Madre Naturaleza, y un SI a la protección, la solidaridad, la justicia y la Vida.

“El futuro es como agua sobre las manos de la humanidad, si alguno quita las suyas, parte de ese futuro caerá irremediablemente en el abismo de la incertidumbre”