Ricardo Salas
24 de octubre de 2008
Esta es una página hecha después de ver las imágenes de un crimen contra la Vida. Mas no de un crimen contra la vida de alguien, como podría pensarse, sino contra TODA la Vida.
Este es un ruego por mis hijos. Por los de mis hermanos. Por los de mis amigos. Por los de las personas que no conozco. En fin, por el ser humano.
Es un ruego para que nos demos la oportunidad de vivir. Para que la vida pueda ser viable en todos, incluyendo las especies no-humanas.
En fin, es un ruego para que la Creación reine.
Pero, pareciera que algunos han optado por la Muerte, en vez de por la Vida. Han preferido lo muerto a lo vivo. Hoy nos dicen que, en pro de algo muerto como la ganancia y de los ingresos monetarios, hay que sacrificar la Vida. La vida de la Tierra, la vegetación, la fauna, el agua y nosotros mismos.
Este es un ruego para que cese el culto al Becerro de Oro, la idolatría al lucro.
Es un ruego para que paren la masacre de todo lo vivo, alegando que ello reporta dinero.
Es un ruego para que, mis hijos, los hijos de mis amigos y los hijos de los que no conozco, puedan conocer un bosque, una lapa una mariposa, en algo que no sea un documental televisivo o un libro de lo que ya no existe.
Igual que todos, quiero ver a mis hijos sanos, sonrientes, disfrutando de la obra de la tantos y tantos años de la Madre Naturaleza, y conscientes de su responsabilidad hacia ella. Igual que todos, NO quiero verlos idólatras del lucro e indiferentes a lo que sufre el planeta y sufren los demás seres vivientes. Si (ojalá que no) algún día llegara a ser así, me recriminaría a mí mismo, haber sido un fracaso de padre; no porque les faltara algo material, sino porque les faltó lo verdaderamente valioso: aprender a respetar la Vida y todo lo vivo.
Este es un ruego para que exijamos que dejen de mentirnos, diciendo que no pasa nada, que luego veremos los beneficios o que luego se repondrán los daños, como si la Vida fuera algo canjeable, como quien le cambia o le "repone" un hijo a otro, o como si no hubiera de por medio el dolor y la muerte de muchos seres (incluyendo seres humanos, cada día más víctimas de los desmanes contra la naturaleza, y que como siempre, son los más pobres).
Este es un ruego a no sé quien, para que dejen de decir lo que no hacen y hacer lo que no dicen, perfumándose después con palabras para adornar la boñiga.
Este es un ruego, a todos ustedes, queridos amigos y a quienes no tengo el gusto de conocer, para que lo hagamos saber a todos (incluyendo en el exterior) y juntos hagamos algo para parar la masacre contra la Naturaleza y contra la Vida.
Grecia, 22 de octubre del 2008.
Este es un ruego por mis hijos
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