La maldición de los recursos y la pobreza

|


Los ejemplos que don Jaime Gutiérrez cita en su artículo “el tico está decidido a ser pobre” del martes 3 de agosto denotan una falta de conocimiento sobre la historia y la realidad centroamericana y panameña en relación con la costarricense. Costa Rica es un país prácticamente sin minas y, sin embargo, en términos relativos tiene mucha menor pobreza que el resto de los países centroamericanos donde las minas de oro a cielo abierto tienen décadas de exportar riqueza y heredar pobreza.

No hay países que expulsen más jóvenes en la región que Guatemala, Honduras y el Salvador, y, sin embargo, la minería de oro a cielo abierto es parte importante de las actividades económicas de dichos países. Costa Rica no tiene canal, pero sus indígenas y sus poblaciones rurales tienen una calidad de vida muy superior al promedio de los indígenas y población rural panameña.

Panamá tiene un megadistrito financiero y tiene además carreteras de primer mundo pero los 300.000 o más indígenas del pueblo Ngobe, herederos de una riqueza cultural milenaria están totalmente excluidos de esa riqueza, viven en condiciones de pobreza extrema y muchos de ellos se ven obligados a migrar constantemente a Costa Rica en busca de trabajo digno.

Fuente de corrupción. Talvez don Jaime no ha oído sobre “la maldición de los recursos”, un análisis que hacen economistas de prestigio internacional como el Premio Nobel Joseph Stiglitz. Este señor explica que los recursos extractivos fomentan a menudo la corrupción y las ganancias fáciles para una élite y que la economía basada en minas crea “países ricos con habitantes pobres” (tal es el caso de Guatemala y otros países de la región).

También sugiere que los precios de productos de actividades extractivas son muy volátiles y distorsionan o no favorecen una economía basada en la producción sustentable y en el enriquecimiento del capital humano. Tal es el caso del oro en Costa Rica: cuando la empresa minera empezó la gestión del proyecto (hace menos de tres años) el oro valía $300 por onza, ahora don Alfio Piva, nuestro vicepresidente, calcula de manera irresponsable la innecesaria indemnización basándose en un precios de $1.200 por onza.

Tal vez don Jaime no ha profundizado en textos del controversial don Pepe como el de “La pobreza de las naciones” donde apunta sobre las diferencias entre riqueza y dinero y nos explica porque el considera que sembrar granos básicos y mantener la soberanía alimentaria de un país produce riqueza.

Talvez entonces habría que profundizar las explicaciones de por qué los jóvenes de Pérez Zeledón migran: en función de la mala distribución en la tenencia de la tierra, favorecida por la concentración de tierra en manos de la corporación piñera, o en el abandono de nuestra política de soberanía alimentaria basadas en sistemas agroecológicos campesinos y en detrimento de instituciones muy queridas por nuestros campesinos como lo fueron el CNP, el IDA y el propio MAG.

Costa Rica fue un país ejemplar para la región y el mundo, basó su riqueza en un amplio programa educativo, en la inversión social, en productos producidos a partir de la parcela campesina en sistemas agroecológicos (café, cacao, granos básicos, tubérculos, etc.). En el momento que se transnacionalizó la economía, en el momento que las trasnacionales de la fruta (piña, naranja, banano) empezaron a desplazar familias campesinas , en el momento que abandonamos a la intemperie del supuesto “libre mercado” las mas de veinte mil familias campesinas que producían el 100% del frijol que nos comíamos a mediados de la década de los 80 , en ese momento empezó a abrirse la brecha enorme entre ricos y pobres y empezamos a centroamericanizarnos.

Desprecio. Finalmente hay que recordarle a don Jaime cuando se refiere a nuestra biodiversidad de manera tan despreciativa que fue justamente esa biodiversidad (esos “chinches, alipatos y pajarracos”) la que permitió y promovió el ecoturismo inicial en Costa Rica, que a su vez atrajo a cientos de miles de turistas anualmente que han mantenido la principal industria del país en los últimos quince años.

1 comentarios:

Cristina dijo...

La minas tienden a tener un sistema de distribución de recursos algo capitalista, es decir que la mayor parte de los beneficios van a el jefe y las demás autoridades mayores de esa empresa, y al resto de los trabajadores se les da poquísimo, aún din tomar en cuenta el esfuerzo gigantesco que estos hacen.

Botones para blogs

Copie el código que aparece acá